"En cada lugar hay una historia que no se debe olvidar". - E.F.

Allá Lejos y Hace Tiempo

Es inevitable que el paso de los años nos envuelva como la nieve o quizás como un fuerte viento que nos puede atemorizar. Estamos luchando contra los vestigios que el paso de los años va imprimiendo en nuestras propias corporalidades. Pero también es necesario comprender que retroceder en el tiempo, incluso siglos, es caminar con la memoria, volver sobre los pasos de quienes nos han precedido con sentimientos de gratitud y asombro por lo que han pasado.

Incluso hoy, cuando miramos a nuestro alrededor y vemos lo que tenemos, puede ser difícil darse cuenta de cuánta determinación requirió de muchas familias que vivieron hace bastante tiempo, en una época tan diferente a la nuestra. En aquellos años no existía ni una red cibernética global ni líneas aéreas que conectaran la gran metrópoli con el resto de los países. Sin embargo, existía ese deseo de progreso y crecimiento para poder sobrevivir. Para poder dejar alguna huella en la próxima generación.

Cada uno de los que vivimos en esta era debemos mirar hacia atrás y recordar los pasos que llevaron a nuestros antepasados ​​a lograr sus objetivos. Una gran fortaleza y un fuerte sentido de pertenencia provienen de mirar las historias de familias que han luchado y superado obstáculos.

El tablero de información recientemente instalado en un parque en Ossett, un pueblo a unos 299 km de Londres, es para celebrar la herencia y la historia de Green Park. Pero también un simple recordatorio de que en cada espacio que nos rodea, por pequeño o remoto que sea, siempre habrá una historia que contar y que no debe olvidarse.