"En cada lugar hay una historia que no se debe olvidar". - E.F.

Si las piedras pudieran hablar y expresar sus sentimientos en consonancia con la sonoridad de la naturaleza, no sólo reirían sino que a veces llorarían y clamarían. Es que en cada estructura y ruina de cada recóndito lugar que nos rodea, se conservan momentos e historias que son mudos testigos del paso del tiempo.

Más Allá del Tiempo

A finales del siglo XVII, en Ossett, un pueblo ubicado en el condado de West Yorkshire, Inglaterra, la situación era muy diferente a la actual, ya que era un pueblo semi-agrícola de gente trabajadora que se ganaba la vida fabricando telas en pequeñas granjas dispersas.

En el área ahora conocida como Green Park, alrededor de 1690, había una antigua edificación llamada Hassell Hall que fue durante muchos años el hogar de la familia Foster.

Un documento fechado el 20 de julio de 1716 conservado por la Sociedad Histórica y Arqueológica de Yorkshire describe Hassell Hall como "ese comedor o casa recién construida y erigida por Richard Foster, el anciano, en la que ahora vive". 

Esta familia vivió durante muchos años en Ossett Lights, en el área de Haggs Hill, donde poseían terrenos y propiedades y se dedicaban a confeccionar telas de lana para el mercado de telas de Leeds, uno de los principales mercados para los pañeros de Ossett. Allí, la fabricación de telas era en gran parte una industria artesanal y cada miembro de la familia producía telas de lana trasquilando ovejas, peinando la lana o cardándola para enderezar las fibras, hilando en un huso y luego tejiéndola en un telar simple. Quizás los niños peinando o cardando, la madre hilando y el padre tejiendo.

"Los habitantes de Ossett, un pueblo a tres millas de Wakefield, se han empleado en la confección de telas de lana desde tiempos inmemoriales. En este año los tejedores, empleados en ese oficio, debían trabajar 15 horas todos los días por ocho peniques. Se tocaba una bocina a las cinco de la mañana, hora de inicio, y a las ocho de la noche, hora de salida del trabajo. Los pañeros tenían que llevar sus mercancías a Leeds para venderlas, y tenían que pararse en Briggate en todo tipo de clima", según Mayall's Yorkshire Annals (1734-1736).

Puede ser difícil para nosotros darnos cuenta de cuánta determinación se requirió de las familias de Ossett, en una época de grandes cambios en Inglaterra. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de estos productores y comerciantes, en el siglo XVII, Wakefield se convirtió en el gran mercado de la lana en la industria de la confección.

A principios del siglo XVIII, Richard Foster (c.1648-1730) vendió Hassell Hall a su cuñado John Lumb de Wakefield (1690-1764), un rico comerciante de lana que construyó Silcoates School, originalmente conocida como Silcoates Hall.

El dintel de la entrada principal de Hassell Hall estaba grabado con las iniciales F.R.H. con la fecha de 1699, que durante más de dos siglos fue ciertamente una gran incógnita.

¿Quién fue F.R.H.? se preguntaba un periódico local de 1961, con la imagen en su portada de aquella vieja puerta que pronto iba a ser demolida. Es que por aquellos años aún se desconocía a quién se refería la sigla 'FRH y 1699' escritas en el dintel.

Publicado en The Ossett Observer, en 1961.

Hoy, más de 60 años después de la publicación, gracias a una investigación impulsada por FOSTER History & Collective Memory y con la colaboración de historiadores locales, finalmente se supo que estas siglas en la puerta vieja hacían referencia a los nombres de quienes vivían en la propiedad en 1699: F de Foster, R de Richard y H de Hannah, el nombre de su esposa.

Un valioso documento conservado de 1731 referente al carácter del señor Richard Foster (c.1648-1730), quizás nos lleve un poco más a comprender algunos rasgos de su personalidad, incluso poco antes de su muerte por estrangulamiento el 17 de septiembre de 1730.

"Era un cristiano sano y juicioso, estrictamente piadoso y devoto en su deber para con Dios, y concienzudo en su trato con los hombres. Cuidó mucho de instruir a su familia en las cosas de Dios, manteniendo constantemente la fe y el culto a Dios en su casa, así como atendiendo diligentemente las ordenanzas públicas. Era un esposo muy amable y comprensivo, un padre amoroso y afectuoso, un buen líder y un vecino servicial".

"Los hijos y nietos pueden y deben considerar como una gran y valiosa bendición ser la posteridad de aquellos hombres que, temerosos de Dios, ocuparon su tiempo y lugar en el mundo con buenas intenciones y fueron útiles a su generación, la cual les han dado un buen ejemplo en todos los aspectos y deberes cristianos, les han dado muchas instrucciones piadosas y solícitas, y elevaron muchas inocentes y fervientes oraciones a Dios por ellos".

Extracto de una carta escrita el 11 de marzo de 1731 por el reverendo Thomas Dickenson (1669-1743) (yerno de Richard Foster) a su hija Mary Dickenson (1717-1804) (nieta de Richard Foster) en Londres, Inglaterra, cuando tenía 14 años.

Aún hoy, más de 300 años después de la construcción del antiguo edificio, la escalera testimonia lo que allí existió y nos permite seguir el recorrido que la familia Foster hacía a caballo y a pie a finales del siglo XVII y principios del XVIII. Incluso si estas piedras no tienen una voz literal, aún pueden enviar un mensaje al mundo.

El actual parque público, donde se construyó Hassell Hall (más tarde rebautizada como Green House y ocupada por la familia Thornes y por los Harrops), es y será siempre otro fiel testigo del paso del tiempo y de lo que alguna vez existió en el histórico lugar de Ossett, West Yorkshire, Inglaterra.

Este espacio ha sido creado para recordar el trabajo realizado por Richard y Hannah Foster (F.R.H) de Ossett, antepasados ​​que trascendieron más allá del tiempo.


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