La locomotora Yatay es una locomotora a vapor que fue fabricada en 1888 por la compañía Neilson Reid & Co. en Glasgow, Escocia, siendo adquirida por el Ferrocarril Nordeste Argentino (F.C.N.E.A.).

Es una de las locomotoras más antiguas de la República Argentina, y desde la década de 1980 se encuentra bajo la custodia, restauración y conservación del Centro de Preservación (CDP) Lynch del Ferroclub Argentino.

Origenes e Historia

Esta locomotora fue construida en 1888 por la empresa escocesa Neilson Reid & Co. y adquirida por el Ferrocarril Nordeste Argentino (F.C.N.E.A.) para la tracción de trenes de pasajeros de corta y larga distancia, perteneciente a un lote de 36 unidades (cuatro de ellas destinadas al servicio de maniobras), que contaba con las siguientes características: mecanismo de distribución Stephenson (interno), caldera tipo humo tubular de vapor saturado con 145 tubos chicos de 44,45 mm de diámetro, presión 9.48 kg/cm², superficie de calefacción 70,72 m² dividida en 5,86 m2 para la caja de fuego, dos cilindros de 35,6 cm de diámetro y válvulas planas, poder de tracción al gancho de 4849 kgm, la capacidad del ténder es de 6300 L de agua y 4500 kg de carbón o leña, peso total en vacío 38.405 kg y en servicio 53.442 kg.

De fábrica fueron bautizadas con diferentes nombres además de su correspondiente número (número 69 según numeración de Ferrocarriles Argentinos) y de esta serie actualmente se conservan 6 locomotoras, en diferente estado, siendo una de ellas la locomotora Yatay.

En Argentina, originalmente prestó servicios en la provincia de Corrientes, cubriendo todo su recorrido, destacándose que tuvo un excelente desempeño cuando el ferrocarril llegaba a Santo Tomé, Santa Fe y posteriormente canalizó las comunicaciones a Posadas, Misiones, cuando el territorio estaba esperando el brazo del hombre necesitado de conexión para convertirse en una de las regiones más productivas de Argentina. También sirvió en toda la Mesopotamia Argentina, primero en el Ferrocarril del Noreste Argentino, y luego de la nacionalización de las vías férreas, en el Ferrocarril Urquiza.

Cabe señalar que grandes extensiones de tierra en Santo Tomé pertenecieron a Ricardo Foster a mediados del siglo XIX, y luego a sus descendientes, en la época en que la locomotora avanzaba hacia la transformación económica, social y demográfica del país argentino.

Su gran fiabilidad y robustez se debe a su larga vida útil que terminó en los últimos años de la década de los 70, principios de los 80, aunque en sus últimos años su área de operaciones se había extendido a toda Mesopotamia y sus servicios se limitaban a maniobras. 

Con el paso del tiempo, varias unidades sufrieron una serie de modificaciones, como la colocación de una caldera con hogar del tipo "Belpaire" (con mayor superficie de calefacción), se adoptó un lubricador hidrostático tipo "Detroit", también se incorporó un generador eléctrico de vapor de 24 Vcc para la iluminación de la casilla y luz de cabecera.

Toda la serie tuvo nombre propio y cinco de ellos fueron colocados con caballete delantero, uno de ellos fue el Yatay Nº 11 que, luego de más de 90 años de servicio y de haber sido transmitido, marcó un hito histórico.

En septiembre de 1982 llegó a la sede Lynch del Ferrocarril General Urquiza, para ser entregado en custodia al Ferroclub Argentino.

Tras un arduo trabajo de restauración y llevado al esquema que se utilizaba en el ferrocarril de la capital británica por parte de los socios del club, participó en el año 1983 en la exposición ferroviaria de Retiro, y desde allí desarrolló su actividad de la mano del Ferroclub llevando el histórico tren, conformado por reliquias posteriormente restauradas, a diversos rincones de Mesopotamia en celebraciones en localidades como Gualeguaychú, Basavilbaso y Gualeguay, siendo emblema de la conservación del ferrocarril en Argentina y una de las locomotoras en funcionamiento más antiguas del mundo, realizando los hechos antes mencionados y llevando turistas a la campiña bonaerense durante varios años.

Plano

La locomotora Yatay nos recuerda que los Ferrocarriles Argentinos tienen un precedente indiscutible; estos comienzan con el inicio de la colonización y la conquista pacífica de la Argentina, su llegada a la pampa hostil e indómita, señaló el camino para los asentamientos humanos, que luego se convirtieron en grandes ciudades y hoy canalizan su producción hacia grandes centros de consumo.

Actualidad

Para la última semana de agosto de 2007, aniversario 150 de los Ferrocarriles Argentinos, la locomotora Yatay fue llevada al predio de La Rural en Buenos Aires, Argentina, y fue exhibida junto a variado material rodante.

Desde marzo de 2010, la locomotora ha sido objeto de una reparación mayor de caldera y accesorios, revisando y reparando todos sus conjuntos.

Referencias

  • Revista "La Fraternidad" (Publicación bimensual editada por "La Fraternidad", Sociedad de Personal de Locomotoras Ferroviarias), Nº 1283, Septiembre-Octubre 1988.

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