¿Por qué estoy aquí? ¿Tiene sentido mi vida? ¿Importan realmente las cosas que hago? Dios, nuestro amoroso Padre Celestial, quiere que encontremos felicidad y gozo. Creó un plan para que crezcamos, vivamos por fe y regresemos a vivir con Él algún día. 

Su plan da sentido y contexto a nuestra vida aquí en la Tierra y responde a las grandes preguntas: ¿De dónde vengo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Y qué sucede después de mi muerte?

Tu Vida tiene un Propósito

Tu historia comienza cuando estabas en el cielo, cuando estabas en el plan de Dios. Él nos envió a la Tierra para recibir cuerpos físicos, enfrentar desafíos y aprender a ser más como Él. El plan de Dios no es aleatorio y está cuidadosamente diseñado para brindarte las experiencias que necesitas para regresar a Él nuevamente como una persona totalmente transformada.

Lo más importante en la vida es profundizar esa relación y buscar la verdad en Dios y en su Hijo, como explica la Biblia: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3).

Dios te está cuidando y tiene un plan para ti

Dios es tu Padre Celestial. Eres Su hijo. Él te ama con infinito amor. Su plan es que crezcas, seas feliz y un día regreses a vivir con Él. Durante su ministerio, Jesús aseguró a la gente que Dios Padre está al tanto de todo en la tierra, incluso de las cosas más pequeñas, como un gorrión que cae al suelo. «Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones» (Mateo 10:31).

Dios te conoce personalmente. Él sabe lo que enfrentas porque preparó el camino para tu vida. A través de las Sagradas Escrituras y con la ayuda del Espíritu Santo, nos ayuda a navegar la vida hasta alcanzar nuestro destino eterno.

La vida es un campo de pruebas para nosotros

Dios nos envió a la Tierra para aprender y crecer a través de experiencias tanto placenteras como dolorosas. Nos permite elegir entre el bien y el mal y decidir si serviremos a los demás o nos centraremos en nosotros mismos. El reto es tener fe en su plan incluso cuando no tenemos todas las respuestas.

Jesús es el camino a la felicidad eterna

Todos cometemos errores. Dios envió a su Hijo, Jesucristo, para que fuéramos purificados y perdonados. Cuando aceptamos a Jesús y seguimos Su ejemplo, somos menos egoístas y podemos disfrutar de mayor amor, paz y alegría.

La Biblia enseña, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga vida eterna" ( Juan 3:16). Dios envió a Jesús para salvarnos de nuestros pecados. Las enseñanzas de Jesús guían nuestras vidas y nos conducen a la felicidad duradera. Su sacrificio nos permite encontrarle sentido a la vida y alcanzar nuestro potencial.

Amar a otras personas le añade significado a la vida

Dar y recibir amor le añade significado a la vida. Las familias pueden ser una gran fuente de amor, pero no importan las circunstancias de tu familia, cuando mostramos amor a otros, nos acercamos a Dios y entendemos Su plan. Como enseña la Biblia, "Amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios" (1 Juan 4:7).

Tú eres una bendición para otros

Tus acciones tienen el poder de bendecir grandemente la vida de tu familia, amigos y aquellos que te rodean. Al esforzarte por servir y mostrar bondad a otros, dejas huella y haces del mundo un lugar mejor. No subestimes el potencial que tienes para influenciar a otros a que hagan el bien, ya sea con tu servicio o tu ejemplo.

Puedes encontrar gozo al seguir el plan de Dios

El propósito del plan de Dios es darnos la felicidad eterna. Mientras más entendemos Su plan, más nos damos cuenta de que no podemos regresar a Su presencia por nosotros mismos. Él hizo posible que cada pecado, cada error que cometes durante esta prueba de la vida pudiera desaparecer y ser olvidado por medio de Jesucristo. Esto requiere un arrepentimiento sincero. También requiere el bautismo y recibir el Espíritu Santo y conlleva un esfuerzo continuo para regresar con Dios. Sin embargo, por medio de Jesucristo, que es el centro del plan de Dios, puedes hacerlo.

Estás en esta Tierra para superarte, para acercarte a Dios y encontrar la felicidad. Al seguir el plan de Dios y sus mandamientos, puedes experimentar alegría ahora y a lo largo de tu vida.