A través de diferentes épocas se escribieron hermosas composiciones musicales identificadas como himnos que nos brindan un lenguaje elevado para alabar y hablar con Dios. Entonadas en numerosas congregaciones alrededor del mundo, tienen una función primordial en la espiritualidad y conservan su esencia a lo largo de los años.

Como Peregrinos / Heaven is My Home (l'm But A Stranger Here)

Si hay un himno que nos recuerda que aquí somos como peregrinos, no más que extraños en un mundo que se desvanece, es "El Cielo es mi Hogar (Soy solo un extraño aquí)".

Thomas Rawson Taylor (1807-1835), el autor de la letra, fue un ministro congregacional que nació el 9 de mayo de 1807 en Ossett, cerca de Wakefield, Inglaterra, y murió de tisis (tuberculosis) a la temprana edad de 27 años. Era hijo de Thomas Taylor (1766-1853), ministro de la Iglesia Congregacional de Ossett entre 1795 y 1808, y uno de los predicadores cuidadosamente seleccionados por John Wesley (1703-1791).

La Iglesia Congregacional de Ossett, donde Thomas Rawson fue bautizado, se construyó tras el aumento de las suscripciones públicas en 1732-1733. Antes, el lugar de reunión de los fieles era el taller de prensado del señor Richard Foster (c.1686-1729), que destinó su taller para que predicara su yerno, el reverendo Thomas Dickenson (1669-1743), un ministro británico inconformista de Northowram, sucesor de Oliver Heywood (1630-1702).

Los primeros miembros de esta iglesia fueron descritos como "hombres reflexivos y testarudos en quienes lo emocional no estaba tan desarrollado como lo intelectual". La primera capilla fue descrita más tarde como una estructura básica parecida a un granero con establos para los caballos de los muchos miembros que viajaban desde lejos para adorar a Dios.

El 25 de mayo de 1807, Thomas Rawson fue bautizado por su padre en esa iglesia, donde fue ministro durante 13 años. A la edad de un año se mudó con sus padres a Bradford y se sabe que posteriormente visitó su lugar de nacimiento, Ossett, en varias ocasiones. En sus primeros años, cuando era niño, se aficionó a la poesía y se dice que su niñera escuchaba sus versos a medida que desarrollaba su sed de conocimiento.

"Nací en Ossett, cerca de Wakefield, y una multitud de pañeros todavía me llaman su "propio granero".
Carta escrita por Thomas Rawson Taylor fechada en octubre de 1827, cuando tenía 20 años, donde recuerda su pueblo, Ossett.

Desde su infancia, Thomas Rawson Taylor siguió los pasos de su padre y aprendió mucho de los sermones del reverendo Richard Foster, bisnieto de Richard Foster (c.1648-1730). Poco más de un año antes de que naciera Thomas, el 16 de julio de 1806, Foster ofició el matrimonio de Thomas Taylor con Mary Rawson en la iglesia parroquial de San Pedro en Leeds. Este hombre de fe mantuvo una relación muy estrecha con la familia Taylor hasta la muerte del señor Thomas Taylor (1766-1853) el 3 de octubre de 1853, a la edad de 86 años.

Años más tarde Thomas Rawson Taylor trabajó como comerciante y fue aprendiz en una imprenta, desde los 15 a los 18 años. Influenciado por fuertes deseos religiosos, ingresó a Airedale Independent College para prepararse para el ministerio congregacional, ocupando su primer puesto en la Iglesia Congregacional Howard Street en Sheffield. En julio de 1830 asumió el cargo, lo ocupó durante unos seis meses y lo dejó en enero siguiente.

"...Ya es pasada la medianoche y es viernes. Mañana tengo que caminar sobre la nieve hasta Ossett, diecisiete millas. Este Ossett es el lugar donde nací y que nunca he visitado desde el octavo o noveno año... "
Carta escrita por Thomas Rawson Taylor a un amigo fechada el 14 de febrero de 1828, cuando tenía 20 años.

Tenía 23 años, ya estaba gravemente enfermo de tisis (tuberculosis) y le escribió a un amigo: "Puede ser que mi vida se acerque rápidamente a su fin". Aunque sus médicos le aconsejaron que dejara de predicar, continuó apoyando a su padre, el reverendo Thomas Taylor (1766-1853), en su iglesia de Bradford. Esta enfermedad ya se había cobrado la vida de un hermano y una hermana en la adolescencia.

Durante un breve tiempo ejerció como profesor de música clásica en Airedale Independent College, pero la mala salud que le obligó a abandonar Sheffield también le obligó a dimitir de su tutoría en 1832.

La vida de Thomas Rawson Taylor (1807-1835) fue trágicamente corta, pero dejó un legado en forma de poemas e himnos y todavía hoy se le recuerda por el himno "Heaven Is My Home (I'm But a Stranger Here)", que fue escrito durante su enfermedad. Posteriormente, Sir Arthur Seymor Sullivan (1842-1900), un compositor inglés de ascendencia irlandesa que había sido nombrado caballero por la reina Victoria (1819-1901), puso música a sus palabras. Asimismo, Sullivan fue quien compuso la melodía de Onward Christian Soldiers, un himno inglés del siglo XIX tomado de referencias en el Nuevo Testamento al cristiano como soldado de Cristo, por ejemplo, 2 Timoteo 2:3 (KJV): "Tú, pues, soporta las penalidades, como buen soldado de Jesucristo."

Desafortunadamente, en los años siguientes la salud de Thomas Rawson empeoró y "cada esfuerzo público planteaba un peligro inminente para su constitución". Desde entonces nunca ha podido desempeñar plenamente sus funciones.

En mayo de 1833 lo convencieron de viajar por las Tierras Altas de Escocia durante casi cuatro meses para aprovechar el aire de aquellas regiones. Regresó más animado pero demasiado enfermo para ocupar un puesto en la iglesia.

El 18 de enero de 1835 sufrió "síntomas alarmantes de hemorragia pulmonar que regresó con gran violencia". Un mes después todavía no mejoraba y estaba seguro de que su vida se estaba apagando. Temprano en la mañana del domingo 1 de marzo de 1835, la hemorragia volvió mientras su hermano aún estaba presente. Su padre fue llamado, respondiendo al llamado de estar a su lado. Sobrevivió la noche pero se debilitó durante los días siguientes.

Finalmente, poco antes de las cinco de la tarde del 7 de marzo de 1835, Thomas Rawson Taylor se durmió en su casa de Bradford y alrededor de las nueve de la noche falleció a la temprana edad de 27 años. Después de su muerte, sus himnos y poemas se publicaron póstumamente en Memoirs and Select Remains, de W. S. Matthews (Londres: Wesley & Davis, 1836). Seis de sus himnos alguna vez fueron razonablemente populares, pero solo este ha sobrevivido y se usa comúnmente en la actualidad. A veces, el himno tiene una melodía de 1872 (St. Edmund-Sullivan), en la mayoría de los libros asociados con "Draw Thou, My Soul, O Christ" de Lucy Larcom, que fue compuesta por Arthur Seymour Sullivan (1842-1900).

"No soy más que un extraño aquí, el cielo es mi hogar. La tierra es un desierto lúgubre, el cielo es mi hogar. El peligro y el dolor me rodean por todas partes; el cielo es mi patria, el cielo es mi hogar.
¡Y si las tempestades rugieran! El cielo es mi hogar, breve es mi peregrinaje. El cielo es mi hogar; y la salvaje ráfaga invernal del tiempo pronto pasará; por fin llegaré a casa; el cielo es mi hogar.
Allí, al lado de mi Salvador, el cielo es mi hogar, seré glorificado; el cielo es mi hogar. Están los buenos y los bienaventurados, los que más y mejor amé, y allí también descansaré. El cielo es mi hogar. Por tanto, no murmuro: el cielo es mi hogar: cualquiera que sea mi destino terrenal, el cielo es mi hogar; y ciertamente estaré allí a la diestra de mi Señor; El cielo es mi patria, el cielo es mi hogar".
Memoirs and Select Remains, de W. S. Matthews (Londres: Wesley & Davis, 1836). Página 242-243. 

Sin duda, "El cielo es mi hogar (solo soy un extraño aquí)", escrito por Thomas Rawson Taylor, nos recuerda que somos como peregrinos, extraños aquí en la tierra y que por lo tanto nuestro hogar está en otro lugar. La tierra parece un triste desierto, una tierra seca y sedienta. El cielo es nuestra patria y allí está nuestra ciudadanía.

Debido a que este mundo no es nuestro hogar, podemos tener paz en tiempos de dificultad y en lugar de enredarnos en asuntos terrenales, tenemos una meta mayor por la que luchar. El resultado final de este esfuerzo es que ganaremos el premio cuando termine nuestra peregrinación. Más bien, nuestro objetivo final es estar a la diestra del Señor Jesús, quien ahora está entronizado a la diestra de Dios y promete que estaremos a su lado para siempre.


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